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MUSICA PARA DANZA CONTEMPORANEA

¿Qué tipo de música se usa en danza contemporánea?

¿Alguien sabe de alguna buena música para mi coreografía de danza contemporánea? 

¿Cómo encargar la música para mi coreografía a un compositor?

Las preguntas que anoté arriba son muy comunes, no te preocupes (la danza contemporánea es hoy en día un campo artístico tan amplio, que en algunos aspectos puede ser confusa). Esas preguntas son al mismo tiempo fáciles y difíciles de responder.

Sabes que no hay patrones de movimiento establecidos en la danza contemporánea, aunque a veces puedas ver vocabulario coreográfico reconocible en tu escuela o en otros espectáculos. A pesar de esto, la danza contemporánea es un arte que no se pone límites para experimentar o jugar con sus componentes. 

Por lo tanto, así como ocurre con el movimiento, la música de danza contemporánea tampoco está realmente establecida (sin embargo puedes percibir que hay tendencias, y eso es cierto).  De cierta manera esto significa que puedes bailar con cualquier tipo de música. 

Pero… si ya lo has intentado, sabes muy bien que no bailarías cualquier cosa. Eso nos ocurre a todos. Entonces, ¿cómo escoger, buscar o encargar una composición musical para tu coreografía?

Lo primero que puede ayudarte con esto es tratar de definir la identidad de la danza que quieres crear. Esa identidad puede coincidir con tu identidad personal o puede ser la identidad de un proyecto coreográfico en particular (la identidad es una idea, conjunto de ideas, o sensación que es coherente con la forma, las dinámicas y el resto de componentes de la danza). Cuando creas que ya lo tienes claro, empieza teniendo en cuenta lo siguiente: 

Recuerda que la danza contemporánea es una de las pocas formas de danza que puede ocurrir en  el silencio. Puedes bailar en silencio, así como lo hacen muchísimos bailarines. Nosotros no necesitamos estar constantemente estimulados por el sonido o el ritmo, ya que mantenemos activo un amplio espectro de percepción sensible a partir del cual puede surgir el movimiento.

También nos encanta la música y el sonido. Para decidir cuál música o paisaje sonoro sería mejor para tu danza, también es útil estar claro sobre qué tipo de proyecto artístico será tu coreografía. Usualmente, el tipo de música responde a ese criterio y con ello, hace parte de la coherencia de toda la idea como una unidad estética.

1. ¿Estás proponiendo una estructura coreográfica original o quieres apoyarte en una estructura musical que ya existe? 

2. ¿Estás trabajando sobre un tema concreto (tu danza es la metáfora de una historia) y necesitas apoyar el contenido y emociones transmitidos por la coreografía?

3. ¿Estás creando una obra abstracta y no quieres que la música interfiera con esta intención? 

4. ¿Es tu coreografía corta (digamos de unos cuatro minutos) o estás trabajando en un espectáculo que dura una hora y media? 

5. ¿Cuál es el objetivo de crear esta coreografía y hacia que público va dirigida?

 

Responder a estas preguntas te dará una primera guía para comenzar tu búsqueda.

 

La respuesta a la primera pregunta te dirá si deberías escoger entre música que ya existe o encargarle a un músico que componga una pieza original para tu proyecto.

Si no te interesa proponer una dramaturgia del movimiento original, o no estás en una circunstancia para hacer ese tipo de trabajo, puedes escoger una pieza musical que ya existe y componer la coreografía de acuerdo con su estructura, ritmo y/o dinámicas. Si ese no es el caso, podrías necesitar pedirle a un músico que componga para tu obra.

Esas dos últimas opciones aplican para el caso en que quieras unidad y coherencia entre la música y la coreografía (aquello que algunos llaman musicalidad al referirse a la danza). Pero de nuevo, como la danza contemporánea puede ser tan altamente experimental, dependiendo del propósito general de tu proyecto artístico, el unísono entre la danza y la música puede ser descartado o rechazado.

Algo positivo de pedirle a un músico que componga para ti es que tendrás una banda sonora original que se adecuará a la perfección con tu proyecto. Dependiendo de lo que escojas, la música no original puede ser altamente distractora para algunas audiencias. Tener tu propia música le dará además una identidad única a tu obra y te liberará de pagar por derechos de autor (en caso de que presentes la obra en público).

Por otra parte, lo más probable es que tengas que pagar por la música que encargues, a menos de que el músico este dispuesto a trabajar sin cobrar. Si te parece importante la calidad artística y la ‘originalidad’ de tu trabajo, es necesario considerar hacer esta inversión.

Ahora bien, si estás trabajando en una obra relacionada con un tema concreto y quieres ser literal (por ejemplo, cuando se crean coreografías para niños), puede que tengas restricciones muy  definidas.

Las letras de la música pueden ser difíciles de manejar o justificar desde el punto de vista simbólico (es decir, desde lo que significan o connotan). Si no son creadas especialmente para tu coreografía, pueden incluir contenidos verbales o narrativos que no se relacionan con tu tema. Recuerda que los espectadores le dan gran importancia a las palabras. El contenido de esas palabras puede determinar muchísimo cómo el público percibe la coreografía.

En realidad, a menos de que tengas música original con tus propias letras, siempre es más fácil utilizar música que sea solamente instrumental. Necesitarás poner atención a sus dinámicas y carácter, pero concentrará mejor la atención del púbico en la danza misma y el contenido transmitido por la coreografía.

Lo mismo aplicará si estás trabajando en una coreografía de contenido abstracto, ya que las letras de la música introducirían un contenido concreto. Siempre puedes experimentar con música que tenga letra para ver si te funciona el resultado, pero la verdad es que la música instrumental te asegurará y facilitará el camino hacia la abstracción.

Si tu coreografía es corta, puede ser fácil encontrar canciones o fragmentos musicales que ya existan. También puede ser más fácil convencer a un músico para que haga la música para ti. Si decides pagar por ello, será más asequible económicamente.

Pero si estás trabajando en un espectáculo largo, la tarea se vuelve más delicada. Ten cuidado con la solución de pegar fragmentos musicales ya existentes uno después de otro. La música y el sonido son, en tanto lenguaje estético, como el movimiento para el bailarín, el color para el pintor o el espacio para el arquitecto. Puede que tengas un sentido musical, pero a menos de que hayas estudiado música por algunos años, evita realizar collages musicales por tu propia cuenta. Pide consejo y sé respuetuosa/o con las obras musicales que decides editar.

En el caso de espectáculos grandes o coreografías largas, una buena solución es trabajar con una pieza musical larga que ya exista (las cuales se pueden encontrar en la música clásica o música académica contemporánea, y raramente entre la música popular); o trabajar seriamente con un compositor o editor de sonido.

Esa es una opción principalmente para profesionales, pero también para quienes están entusiasmados en su proceso de aprendizaje y todos aquellos a quienes les interesa la calidad artística en sus obras de danza.

Todo esto no significa que no puedas crear un collage musical por tu cuenta, en casa y con el editor de audio básico que trae tu computadora por defecto. Eso también es posible, por supuesto. Sin embargo, no creas que será un trabajo fácil y rápido, así que puede justificarse  conseguir la ayuda de un músico.

Piensa en el propósito de lo que estás creando desde el punto de vista artístico. ¿Se trata de un producto profesional de alta calidad? ¿Tendrás un público más bien popular o de élite? ¿En que contexto se realizarán las presentaciones? ¿Quieres aprender en el proceso, o simplemente deseas resolver la tarea y continuar a otra cosa?

Hay muchos asuntos que pueden ayudarte a determinar cuál es la música más adecuada para acompañar tu coreografía. Para mí, este siempre ha sido un punto difícil de resolver en mis procesos creativos, pues he sido una coreógrafa que le da muchísima importancia al ambiente sonoro de mis creaciones.

Por supuesto, siempre puedes simplificar las cosas y simplemente escoger una música que te haga sentir deseos de bailar (puede ser tan sencillo como esto). Pero sabes bien, como yo, que hay más trabajo que esto en la mayoría de los casos.

Si te decides a pedirle a un músico que componga para ti, debes asegurarte de saber cómo comunicarte con ella/él (en la terminología del lenguaje musical). Esto te asegurará un trabajo efectivo y un ensamble más cómodo entre la música y la coreografía. Te recomiendo que leas los siguientes consejos antes de reunirte con tu compositor/a.



¿COMO ENCARGAR LA MUSICA PARA MI COREOGRAFIA A UN COMPOSITOR?

Los siguientes son los elementos básicos que un compositor necesita saber para crear música para danza contemporánea:

 

1. La duración total y el ritmo (si es el caso) del fragmento musical.

2. La estructura (partes y sus dinámicas dentro del conjunto total.

3. El concepto general (palabras o sensaciones que definen el proyecto).

4. Necesidades específicas.

 

1. La duración total y el ritmo (si es el caso) del fragmento musical: 

Tienes dos opciones para explicarle esto a tu compositor.  

-En términos cronológicos: segundos, minutos u horas. Puedes decirle que necesitas tres minutos de música o tres minutos y cuarenta segundos… o lo que sea que necesitas. 

Si no le das más información que esto, ella/él tendrá la responsabilidad de escoger si crea música con ritmo o sin ritmo. Ella/él también decidirá qué tipo de ritmo o compás utilizará (si es el caso). 

Escucha este ejemplo de música SIN ritmo (o sea sin presencia de pulsación regular):

Esa manera de encargar tu música es suficiente si quieres un fragmento de sonido sin ritmo. Pero si quieres algo con ritmo, debes darle al compositor más especificaciones, como por ejemplo éstas: 

- Pulsaciones (beats en inglés), tempo (pulsaciones por minuto), tipo de compás y/o fraseos. 

La pulsación es la unidad de medida básica utilizada para medir el tiempo en lenguaje musical y coreográfico. Por ejemplo, aquí puedes escuchar cuatro pulsaciones: 

Las pulsaciones son como los huesos de la música rítmica. Todos los sonidos están de alguna manera relacionados con ellas. Puedes sentirlas cuando escuchas, aún si no hay un instrumento que las está haciendo sonar. Por ejemplo, aquí puedes escuchar un fragmento musical de ocho pulsaciones:

Cuando estamos bailando, las pulsaciones (beats) son lo que contamos…como ¡cinco, seis, siete, ocho! (apuesto que conoces esto). Cinco, seis, siete, ocho son los últimas cuatro pulsaciones de una frase coreográfica de ocho pulsaciones. 

Así que si quieres comunicarte con tu compositor en lenguaje musical, puedes contar la cantidad total de pulsaciones de tu coreografía. Por ejemplo, puedes decirle que necesitas un fragmento musical de 180 pulsaciones, o de 260 pulsaciones, etc. 

Pero, atención. La cantidad de pulsaciones siempre va acompañada de otro tipo de información: el tempo (pulsaciones por minuto). 

Sabes que las pulsaciones pueden tener una frecuencia lenta o rápida. Por ejemplo: 

Ocho pulsaciones lentas (40 pulsaciones por minuto):

Ocho pulsaciones más rápidas (160 ppm):

Cuando le indicas el tempo de tu coreografía al compositor, le estás haciendo saber qué tan lenta o rápida deberá ir la pulsación. Esto es muy importante definirlo, si estás creando tu coreografía antes de tener la música. Como sabes, la mayoría de los movimientos necesitan su propia velocidad, sin la cual tal vez no puedas ejecutarlos correctamente o pueden perder su dinámica o sensación propia.

Si el compositor crea una música par ti con un tempo diferente al de tu coreografía, muy probablemente tendrás que modificar partes de tu coreografía para poder ajustarla a la música. En otras palabras, tendrás que rehacer tu trabajo y a lo mejor perder algunas cosas bonitas que ya habías logrado.

Por lo tanto, mide el tempo de tu coreografía antes de hablar con el compositor. Esto sólo puedes hacerlo usando un metrónomo. El metrónomo es una herramienta muy sencilla que puedes comprar, pedir prestada o usar en línea, si tienes acceso a internet en donde estés.

Hay metrónomos mecánicos, digitales y virtuales (en línea). Todos son suficientes para lo que necesitas. Utilízalo para medir el tempo de tu coreografía y dile al músico, por ejemplo, que la pulsación debe ir a 100 pulsaciones por minuto, 160 ppm o lo que sea del caso.

Ahora bien, los compases y el fraseo son también parte de la estructura rítmica y musicalidad de la coreografía, aunque a veces no pienses mucho en ellos. En lugar de contar pulsaciones, puedes contar compases o fraseos, lo cual puede simplificar las cosas (porque las pulsaciones son muchas!). 

Los compases y el fraseo son la manera con la cual se organizan las pulsaciones. En la música y danza occidentales más comunes, las pulsaciones son agrupadas regularmente. Por ejemplo, pueden formar grupos de cuatro, así: 

Compás de cuatro pulsaciones (al bailar, contamos en grupos de cuatro o múltiplos de cuatro: 8, 12, 16, etc.):

También pueden agruparse en grupos de tres, así: 

Compás de tres pulsaciones (al bailar, contamos en tres, o múltiplos de tres: 6, 9, 12, como bailando un vals):

El tipo de compás que escojas determinará una parte del carácter de la danza y la música. Es importante tenerlo claro si quieres que éstas últimas encajen con precisión. Pero si no quieres preocuparte por esto, puedes dejárselo al compositor. Ella/Él seguramente sabrá qué escoger. 

No confundas el compás con el fraseo. El compás es una agrupación básica de pulsaciones. Una frase es un enunciado coreográfico o musical que puede durar más de un compás y que tiene una sensación de inicio y de final. 

Puedes tener música con compás de cuatro pulsaciones sobre la cual haces una coreografía que tiene frases de ocho pulsaciones. El famoso conteo que termina en ‘cinco, seis, siete, ocho’ es un ejemplo de esto. 

Los músicos compondrán seguramente basándose en los compases, ya que usualmente utilizan esta forma de agrupar las pulsaciones. Sin embargo, también puedes decirles que estás fraseando con otras duraciones para que lo tengan en consideración.

 

2. La estructura dramática (partes y dinámicas al interior del todo): 

Si las pulsaciones son como los huesos de lo rítmico, la estructura es como su esqueleto. Es la organización total de la obra: su forma (partes, duraciones, etc.), dinámicas (la intensidad y carácter de cada parte) y articulaciones (la forma en que se transita de una parte a otra). 

Si tu coreografía es corta, puede que consista solamente de una parte. Pero al interior de ésta, puede haber cambios en las dinámicas. Por ejemplo, puede comenzar lentamente y con ligereza y terminar con fuerza y velocidad. 

Las piezas de danza mas largas están compuestas usualmente por varias partes (o escenas, o actos). Podrías componer, por ejemplo, una obra que tiene tres partes, cada una de las cuales tiene un dinámica o carácter diferente. El famoso ballet del lago de los cisnes es un ejemplo de esto. 

Por lo tanto, ten clara tu estructura dramática y explícasela claramente a tu compositor. Después de que has identificado esto y si tienes una coreografía dividida en varias partes, puedes hacer el análisis rítmico de cada una. 

Ahora bien, tu compositor puede saber lo que le vendrá bien a tu danza, pero aún así, si sólo le das esta información, todavía lo dejas con una idea muy general. Por lo tanto:

 

3. El concepto general:

Cuando componen, los músicos trabajan como los pintores, arquitectos, coreógrafos o cualquier otro tipo de artista. Se apoyan en ideas o sensaciones para tomar las decisiones de su creación. 

Por lo tanto, escoge palabras que le den a ella/él una idea de TU idea. Para esto puedes comunicarte como quieras: con imágenes, metáforas, o cualquier cosa que haga entender a esa persona lo que quieres crear. Esto le ayudará a tomar decisiones melódicas y armónicas, así como aquellas que tienen que ver con el tipo de instrumentos que utilizará y el género musical. 

Invítalo a algunos ensayos, si es posible. Dale información conceptual como apoyo para trabajar. Si sabes algo de música, puedes pedir un género específico o estilo, como por ejemplo ‘electrónica lounge’, ‘minimalista’, ‘clásica’, ‘hip hop urbano’, ‘jazz tipo Ray Charles’, ‘piano al estilo de Chopin’ o lo que sea que venga bien para tu obra. 

Muéstrale algunos ejemplos que sean cercanos a lo que estás buscando, si los tienes. 

Y, ten en cuenta que todos los músicos no producen todos los tipos de música. Usualmente se especializan en géneros, así que es mejor preguntar primero para saber si puede trabajar en lo que estás buscando.

 

4. Necesidades específicas:

Por último, haz saber al compositor si tu coreografía tiene necesidades específicas. Por ejemplo, puede haber un momento en el cual quieres que haya silencio. O puede haber un movimiento muy fuerte que quieres enfatizar con ayuda del sonido, etc. 

Si haces un análisis rítmico, como más o menos expliqué arriba, puedes pedir detalles precisos al interior de la pieza musical, como por ejemplo: “quiero percusión fuerte entre las pulsaciones número 11 y 17…”. Cuando componen, pueden hacer cualquier cosa que les pidas. Esa es la mejor parte de encargar música original para tu coreografía; se amoldará mejor que nada.

 

Consejos finales: 

  • Recuerda decidir desde el inicio si tu ambiente sonoro tendrá ritmo o no. También se puede dar el caso en el que quieras tener algunas partes con ritmo y otras sin ritmo. 
  • Haz el análisis rítmico de cada una de tus partes (contando pulsaciones, tempo y definiendo compás y fraseos) y decide si el tempo o cualquiera de los componentes rítmicos serán estables durante toda la coreografía o si cambiarán de acuerdo a las diferentes escenas. 
  • Establece las dinámicas en términos de velocidad, intensidad, densidad o cualquier otra características que creas que hará que el músico comprenda el carácter de tu danza. 
  • Intenta imaginar la música y ayúdale al compositor con ideas que vengan a tu mente. 
  • Lee el siguiente artículo: Good music for contemporary dance

  • Busca músicos que se especialicen en componer para danza. Aquí te dejo algunos ejemplos:


Mike Wall from SoundforMovement

Oliver from Contemporary Dance Music

DJ Plie


Y por supuesto, como con el resto de temas que tratamos en contemporary-dance.org, estoy abierta a responder a tus preguntas. Utiliza nuestro formato en la página de preguntas sobre danza y haré lo mejor que pueda para ayudarte.




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